Ensayos Teresa Previdi: Ser y no querer ser: cine, poesía y Julia de Burgos
* Ensayo publicado en la Revista ICP Tercera Serie, Núm. 2/ Mayo 2015
† El texto es una versión de la ponencia presentada en la ceremonia de Ascenso en Rango de la Universidad del Sagrado Corazón, 16 de mayo de 2014.
En su conferencia magistral “Ropaje y esencia, ser y no querer ser: imágenes de vuelo, de introspección y especulares en la poesía de Julia de Burgos”, José R. Venegas (2014) propone hacer una lectura de las imágenes poéticas de Julia de Burgos que trascienda el concepto de arraigo a la tierra. † En su análisis busca un significado más allá del convencional de lo que sugiere, por ejemplo, la palabra “surcos” que, según la cita de José Emilio González, “es predilecta de Julia” (2005) e indicativa de su origen campesino y arraigo a la tierra. Al definir el concepto “surco” en sus múltiples acepciones, se cuestiona si la palabra también se puede entender como concepto etéreo dentro de la poesía de Julia de Burgos. Este planteamiento abre la posibilidad a nuevas e infinitas interpretaciones, lo que me lleva a una reflexión de cómo se representa la poesía en el cine y en específico la de Julia de Burgos. Repasaré brevemente algunas teorías para luego analizar el registro audiovisual de la poesía de Julia de Burgos; poesía que, como veremos, quiere ser y no ser en el cine.
En el ensayo “Cine de poesía”, Pier Paolo Pasolini (1970) expone que la palabra es mucho más significativa que la imagen porque por más abstracta que sea la palabra, hablada o escrita, suscitará una imagen en nosotros. Plantea que la palabra es una trinidad compuesta de grafema, fonema y cinema. Por lo tanto, la imagen forma parte de la palabra, un elemento más. Mientras que la palabra es común a un idioma, lo habla una comunidad y está en los diccionarios; la imagen tiene incontables opciones que no pueden estar contenidas en un glosario, es análoga al caos de las cosas. Según Pasolini, para hacer posible en el cine la lengua de la poesía habría que conjurar una “narración libre indirecta”, esto es, la inmersión del autor en el ánimo de su personaje y, pone como ejemplo, a Desierto Rojo de Michealengelo Antonioni, en donde el director se sumerge en la mirada neurótica de su protagonista.
Por su parte, Luis Buñuel (1982) expresa que el cine parecía haberse creado para servir como un instrumento de la poesía, aunque también afirma que escasamente es utilizado con ese propósito. Argumenta que el misterio, elemento inaccesible a la razón y componente clave en la expresión artística, brilla por su ausencia en la mayoría del cine, adjudicando a una especie de censura global la falta de apertura al “mundo libertador de la poesía.” Cree en el cine como un “arma maravillosa y peligrosa si la maneja un espíritu libre”. Un perro andaluz, obra clásica por excelencia realizada junto a Salvador Dalí, es un ejemplo de expresión poética liberadora, en donde se manifiesta el inconsciente con imágenes de naturaleza onírica, característica particular del movimiento surrealista.
Andrei Tarkovski (2002) ha sido de los pocos cineastas en ser reconocido como realizador de poesía fílmica, él mismo considera el cine como la “más verídica y poética de todas las artes”. En su libro Esculpir el tiempo, Tarkovski se decanta por “la lógica de lo poético” versus la dramaturgia convencional que hila las imágenes en una narrativa lineal y racional que, según él, resulta en una banalización de la “realidad vital”. En sus películas busca representar la lógica del pensamiento humano, recurso propio de la poesía, y lo realiza con la creación de una atmósfera profundamente espiritual que revela realidades desde otra perspectiva a través de un estilo lento pero en constante movimiento en donde predomina el misterio, la memoria y las emociones.
Por otra parte, el cineasta científico Jean Painlevé ha propuesto, según Tatiana Lipkes (2013), que la imagen poética en el cine debe revelar el lado invisible de los acontecimientos. Sus cortometrajes oscilan entre lo real y la metáfora a través de la observación minuciosa de cada animal. Mientras tanto, Artavazd Peleshian trata de encontrar el movimiento secreto de la materia con el objetivo, según Lipkes, de “desatar las imágenes, los seres y las cosas de su contexto documental, soltarlas de las estructuras para transmitir la belleza y la fuerza de las obras de la humanidad”.
Uno de los movimientos cinematográficos más destacados de la primera mitad del siglo XX fue el realismo poético, originado en Francia con la llegada del cine sonoro y con una tendencia de naturaleza política de izquierdas (Paredes, 2009). Esto, sin embargo, no constituyó un obstáculo para la experimentación y cuidado artístico. Sus características responden a varias influencias tanto literarias como cinematográficas pero, sobre todo, por el estado que vive Francia entre la primera y segunda Guerra Mundial. Su estilo plasma una forma de ver la realidad, reproducida en historias urbanas que buscan poetizar la vida cotidiana. Con la intención de plasmar la esencia de las cosas y del momento, el realismo poético utiliza la construcción de decorados en estudios, imprimiendo a las imágenes, en palabras del crítico Israel Paredes, “una estilización visual que ayuda, y no poco, añadir de lirismo al pesimismo de las películas y a su lúgubre mirada”. Un ejemplo de esto es la magnífica película La gran ilusión de Jean Renoir.
En el ensayo “Cine y poesía”, el profesor Jorge Urrutia Gómez (s.f.) concluye que el cine experimental, el cine de vanguardia o cualquier otro movimiento cinematográfico que implique una ruptura con el cine convencional, es lo que se le llama por lo general cine poético y que en el cine narrativo puede haber poesía. Pero si se entiende la poesía como un modo de descubrir la realidad en donde lo principal es “la mirada y no el mirado”, entonces Urrutia considera la existencia de un posible cine poético.
Podemos resumir entonces que para lograr una expresión poética se necesita una inmersión en el ánimo del personaje, libertad creadora, misterio y una profundidad en la observación del mundo y de la realidad vital, para que la imagen evoque metáforas de la vida. En el cine se logra, como expresan los guionistas Jean Claude Carriére y Pascal Bonitzer (1991), “con miradas y silencios, con movimientos e inmovilidades” en combinación con un conjunto de planos y sonidos que se pueden o no relacionar entre sí, que hagan surgir las cosas invisibles y que a través del arte del montaje o edición provoquen emociones en el espectador.
Si bien las teorías aquí expuestas se refieren a la expresión poética en el cine, no he encontrado ninguna que nos hable de la adaptación del texto poético a la imagen cinematográfica. Y es que son pocas las obras fílmicas que han adaptado poemas, aunque podemos mencionar al menos dos piezas: La estrella de mar, adaptación de Man Ray del poema de Robert Desnos, realizada en el 1928 en pleno auge del movimiento surrealista y El lado oscuro del corazón de Eliseo Subiela que, dentro de una narrativa lineal convencional con elementos surreales, integra de manera magistral poemas de Mario Benedetti, Juan Gelman y Oliverio Girondo. Pero estos ejemplos constituyen una excepción.
Excepcional también es Julia toda en mí, largometraje realizado por Ivonne Belén en el 2002. Su estilo es un híbrido entre cine documental y ficción, centrada su historia principalmente en las cartas que Julia enviaba a su hermana Consuelo, interpretadas en la voz de Cordelia González e ilustradas con material de archivo y escenas recreadas de forma minimalista y bellamente fotografiadas. Estas secuencias, que guardan un orden cronológico, son intercaladas con el apasionado testimonio, en tono didáctico, de María Consuelo Sáez Burgos, sobrina de Julia, y la recitación de una selección de poemas declamados o leídos por personalidades de la literatura y artes escénicas. Es una obra digna que sin embargo no logra articular una poética cinematográfica según la hemos definido anteriormente. Carece de misterio y de una inmersión en el ánimo del personaje, su estética preciosista la deja en los ropajes desatendiendo la esencia. Existe otra pieza titulada Vida y obra de Julia de Burgos, realizada por José García en el 1978, pero lamentablemente no hemos tenido acceso a ella.
Sin intentar hacer un estudio exhaustivo de las piezas audiovisuales de Julia de Burgos accesibles en Internet, podemos concluir que la obra de la poeta no ha encontrado su camino o surco en la imagen en movimiento. Un recorrido por YouTube basta para darse cuenta de que el vuelo de la poesía de Julia de Burgos, de la palabra a la imagen cinematográfica, es prácticamente inexistente y su expresión poética ausente. En la red se encuentra una centena de cortos que se dividen entre documentales sobre su vida, poemas declamados y musicalizados, algunos interpretados en danza y una buena porción de intentos audiovisuales de poemas diversos en donde domina “Río Grande de Loíza”. La mayoría de estos homenajes son proyectos no profesionales realizados con buena intención y ninguna calidad de fondo y forma. Por lo general, los intentos de traducir con imágenes la poesía de Julia de Burgos se hace de forma literal, trillada y simple, posiblemente porque muchos de estos videos son producidos por jóvenes estudiantes de escuela quienes han sido convocados a hacer alguna tarea, lo que es loable y mantiene viva la palabra poética de Julia pero a la misma vez carecen de la profundidad de su expresión.
¿Por qué la rica obra poética de Julia de Burgos no ha encontrado su revelación en uno de los medios de expresión artística que, como afirma Buñuel, sirve como instrumento de la poesía? A lo mejor podamos hallar la respuesta en la idea de Pasolini (1970) quien describe la palabra como un lenguaje abstracto apoyado en un “sistema real e históricamente complejo y maduro” y el cine como un instrumento lingüístico de tipo irracional y concreto. La subjetividad lírica de Julia de Burgos entraña una filosofía de vida sobre temas como la esperanza, la lucha, el dolor de la existencia, la libertad, la identidad, conceptos que para representarse en el cine haría falta profundizar la mirada y sumergirse en el ánimo del personaje de quien lo escribe. Quizás debemos emular a Venegas (2014) cuando nos propone interpretar Poema en veinte surcos en “veinte vuelos, en veinte maneras de alejarse de la tierra, veinte maneras de ir hacia arriba en vez de quedarse o anclarse abajo”, esto es, transmutar la palabra, no en su significado más obvio, sino en su esencia.
A Orson Welles se le adjudica la siguiente frase: “es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta.” Un gran reto para cualquier cineasta.
Bibliografía:
Belén, Ivonne. 2002. Julia toda en mi. San Juan: Paradiso Films.
Buñuel, Luis. 1982. "El cine, instrumento de poesía". En Luis Buñuel: Obra literaria. Ediciones Heraldo Aragón.
Burgos, Julia. 2005. Obra poética. San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña.
Carriére, Jean Claude, and Pascal Bonitzer. 1991. The end: Práctica del guion cinematográfico. Barcelona: Ediciones Paidós.
Desnos, Robert, y Man Ray. 2007. “L'etoile de mer”. El Fantasma De La Glorieta (14),
http://www.elfantasmadelaglorieta.es/fantasmasegundafase/14_robert_des nos_y_man_ray.htm.
Lipkes, Tatiana. 2013. Cine y poesía, de cuando una película es un poema. Tierra Adentro, http://www.tierraadentro.conaculta.gob.mx/cine-y-poesia-de cuando-una-pelicula-es-un-poema/.
Paredes, Israel. 2009. Realismo poético. Miradas De Cine(90.), http://miradas.net/2009/09/estudios/realismo-poetico.html (accessed 7 noviembre 2014).
Pasolini, Pier Paolo, and Eric Rohmer. 1970. Realismo poético. En Cine de poesía contra cine de prosa., 9-41. Barcelona: Editorial Anagrama.
Tarkovski, Andrei. 2002. Esculpir el tiempo. reflexiones sobre el arte, la estética y la poética del cine. Madrid: Ediciones Rialp, S.A.
Urrutia Gómez, Jorge. 2000. Cine y poesía. Príncipe De Viana: Homenaje a Francisco Ynduráin: 405-414.
Vázquez Pallares, Xuchitl. Opinión Festival de Morelia. En Cambio de Michoacán [database online]. Michoacan, 2006 [cited 22 octubre Available from http://www.cambiodemichoacan.com.mx/imprime-52422 (accessed 7 de noviembre 2014).
Venegas, José R. 2014. Ropaje y esencia, ser y no querer ser: Imágenes de vuelo, de introspección y especulares en la poesía de Julia de Burgos. Universidad del Sagrado Corazón, San Juan.